Teatro Comunitario de Berisso: arte colectivo para transformar el barrio y la sociedad
El grupo presentó «Kermesse», su segundo trabajo, en la Semana del Teatro Comunitario que termina este fin de semana en diversos puntos del país, y sueña con la sala propia en 2020
“Otro mundo es posible si somos capaces de imaginarlo»: así dice el slogan de la Semana del Teatro Comunitario, un encuentro de más de 40 grupos de teatro comunitario que culmina esta semana en diversos puntos del país y que busca mostrar cómo el arte puede volverse potente y transformador desde las creaciones pensadas desde lo colectivo.
Así define la iniciativa (cuya programación puede consultarse en www.teatrocomunitario.com.ar) María Laura D’Angelo, integrante del Teatro Comunitario de Berisso que fue parte de la Semana donde, además de espectáculos a la gorra o a precio popular, se brindaron diversas charlas y talleres, se realizaron proyecciones y hubo música.
El evento se genera cada año desde la Red Nacional de Teatro Comunitario, un colectivo que busca potencia la forma autogestiva del arte de las tablas con más de 35 años de historia: el teatro comunitario argentino tiene sus orígenes en La Boca, de la mano de Adhemar Bianchi, apareciendo en dictadura y transformándose en aquellos tiempos en un pilar para la expresión de los vecinos. Allí nació ya la idea de un teatro “de la comunidad, para la comunidad”. En ese sentido, la Semana procura también llevar el teatro hacia la comunidad, pensando en que muchos vecinos quizás nunca hayan visto teatro, en busca de nuevos públicos, de acercar nuevos interesados al arte.
La Red la conforman grupos independientes y autoconvocados que toman el arte como derecho y “generamos expresión y creación donde todos y todas pueden participar: cuando más somos, más representativo es de la heterogeneidad de una comunidad en cuanto a creencias, ideologías, estratos sociales, prácticas…”, explica D’Angelo, y agrega que el teatro comunitario busca “generar un nosotros, romper con el individualismo, la meritocracia, una transformación individual que conlleva a una transformación colectiva, modificando nuestros entornos, nuestras barrios, y creemos que así nuestra sociedad. Así es que las obras buscan contar historias que tengan que ver con la memoria y la identidad de las distintas comunidades donde surgen los teatros, dando un lugar potente y claro a voces e historias que pueden estar oculta o invisibilizadas”.
D’Angelo es parte del Teatro Comunitario de Berisso, formado en 2005 con el mencionado Adhemar Bianchi como uno de sus impulsores (además de Ricardo Talento y Cristina Ghione). La primer obra producida fue «Primeros Relatos», donde trabajaron con la identidad y la memoria de la ciudad: “Ser capital provincial del inmigrante marcó que la temática sea la inmigración , anclando en el trabajo en los frigoríficos de la zona y las luchas obreras y la vida en la mítica calle Nueva York”, cuenta la artista..
Con más de 40 integrantes de todas las edades, el segundo trabajo producido en Berisso fue “Kermesse”, que presentaron durante los últimos tres años y que mostraron el fin de semana pasado en el marco de la Semana del Teatro Comunitario: una obra interactiva entre actores y público donde la kermesse “se convierte en un sueño para plasmas sueños y anhelos de los que creen en la fuerza de lo colectivo”, y un duelo entre una presentadora que quiere apropiarse del espacio de juego y los trabajadores.
El colectivo, que también brindó en el marco de la Semana una charla abierta a la comunidad el pasado lunes, invita a participar a los vecinos: las reuniones son los lune sy jueves en la Escuela 9, aunque, cuenta D’Angelo, el gran plan para 2020 es avanzar con el sueño de la casa propia, la sala teatral, alguna vez impulsada por un actor de la región, Lito Cruz.
“Su muerte le quitó al grupo a un impulsor para terminar la obra. Y las dificultades del país no fueron los mejores momentos para avanzar en una obra de este tipo. Muy de a poco vamos gestionando apoyos, pero es mucho lo que falta, paredes, piso como primer paso y todo lo que sigue para ser una sala preparada para espectáculos varios”, relata D’Angelo.
Las dificultades, claro, son las del teatro comunitario y las del arte todo en Argentina.
“El país es un tesoro artístico y cultural hay músicos/as, bailarines/as , compañías teatrales, festivales de todo tipo. Pero necesita más apoyo y valor de un Estado más presente, que no solo sea de palabra, un ‘que lindo’, un «que maravillosos nuestros artistas’, sino un apoyo económico y el valor simbólico”, opina D’Angelo.
Y cierra: “Esperamos que este nuevo gobierno otorge al arte y la cultura el lugar que se merece: la comunidad precisa trabajo, su plato de comida pero también poesía, música, Teatro, eso también los dignifica. Quienes formamos parte del teatro comunitario en sus distintos roles y niveles de participación encontramos un espacio que nos hace sentir parte de un proyecto colectivo, protagonistas y no solo espectadores de las realidades sociales y culturales de nuestra comunidad. Como decimos siempre en el grupo -cuanto más das más te llevas- una militancia desde el arte que compromete, esperanza, aun en la dificultad y genera bienestar”.